FRUTOS DE UNA VIDA LLENA
DE LOS VALORES HUMANOS
Una
vez interiorizados, los valores se convierten en guías y pautas que marcan las
directrices de una conducta coherente. Se convierten en ideales, indicadores
del camino a seguir. De este modo, nos permiten encontrar sentido a lo que
hacemos, tomar las decisiones pertinentes, responsabilizarnos de nuestros actos
y aceptar sus consecuencias
Siguiendo la idea anterior es indiscutible que una
vida llena de valores permite definir con claridad cuáles serán los objetivos
de la vida a comprender a los demás y a relacionarnos de una manera equilibrada
con nuestro entorno, el niño tendrá una visión clara de hacia dónde quiere
llegar en el futuro y como conseguirlo sin hacer daño a su prójimo ya que solo
brindando amor, respeto y solidaridad podrán ser feliz y hacer felices a
quienes lo rodean.
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