jueves, 16 de febrero de 2017

   

            FRUTOS DE UNA VIDA LLENA DE LOS VALORES HUMANOS


Una vez interiorizados, los valores se convierten en guías y pautas que marcan las directrices de una conducta coherente. Se convierten en ideales, indicadores del camino a seguir. De este modo, nos permiten encontrar sentido a lo que hacemos, tomar las decisiones pertinentes, responsabilizarnos de nuestros actos y aceptar sus consecuencias

Siguiendo la idea anterior es indiscutible que una vida llena de valores permite definir con claridad cuáles serán los objetivos de la vida a comprender a los demás y a relacionarnos de una manera equilibrada con nuestro entorno, el niño tendrá una visión clara de hacia dónde quiere llegar en el futuro y como conseguirlo sin hacer daño a su prójimo ya que solo brindando amor, respeto y solidaridad podrán ser feliz y hacer felices a quienes lo rodean.

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